En los próximos días, los inversores con bonos soberanos argentinos podrían alarmarse al observar una baja significativa en las cotizaciones. Sin embargo, este fenómeno, que podría parecer preocupante a simple vista, responde a una cuestión meramente técnica y no a un deterioro en los fundamentos de los bonos.
Melina Di Napoli, analista de Wealth Management en Balanz, explica que en la Bolsa argentina los bonos cotizan a precio “dirty”, lo que significa que el valor incluye tanto el capital adeudado como los intereses corridos hasta la fecha de liquidación. Por esta razón, cada vez que un bono realiza un pago de intereses o una devolución de capital, su precio se ajusta automáticamente. Este ajuste técnico será evidente con los pagos programados para el 9 de enero en los Bonares y Globales.
Entre los afectados se encuentran el AL29, el GD29, el AL30, el GD30 y el GD46, que no solo abonarán intereses, sino que también devolverán parte del capital adeudado. Este mecanismo genera una reducción momentánea en las cotizaciones, pero no implica una pérdida real para los bonistas, quienes recibirán la diferencia directamente en sus cuentas.
Para ilustrar este proceso, Di Napoli detalla que el Bonar 2030 (AL30), por ejemplo, paga US$0,38 cada 100 valores nominales en concepto de intereses y US$8 cada 100 valores nominales como devolución de capital. Antes del pago, su precio de mercado era de US$75,8 en dólares MEP, mientras que después del pago el precio ajustado sería de US$67,42. “En realidad, la baja no es una pérdida, ya que el Gobierno Nacional acredita la diferencia en nuestras cuentas como parte del pago por vencimiento de deuda”, destaca Di Napoli.
Este ajuste técnico ya comenzará a reflejarse hoy, 8 de enero, en el segmento de negociación, dado que los bonistas deben tener los títulos en sus cuentas comitentes hasta el cierre de la jornada previa al pago para acceder a estos beneficios. Aunque este movimiento en las cotizaciones pueda generar incertidumbre entre los inversores menos familiarizados con el funcionamiento de los bonos soberanos, no debería interpretarse como un signo de deterioro. Es un mecanismo habitual en el mercado de renta fija que responde a las reglas de liquidación y cálculo de los precios.
En este contexto, resulta esencial que los inversores comprendan estos procesos técnicos para evitar decisiones apresuradas que podrían afectar sus carteras. Los bonos soberanos continúan siendo una opción relevante para diversificar inversiones, y entender cómo operan estos ajustes permite evaluar con mayor precisión el rendimiento real de los activos.
Por Tomás Alejandro Giancola
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