Mundial de Clubes 2025: un sorteo que no es sorteo, más allá de la ilusión de Boca y River, y desnuda quiénes mandan en el fútbol
En la maravillosa novela llamada “El funcionamiento general del mundo” (Alfaguara, 2021), Eduardo Sacheri centra parte de la historia en un grupito de alumnos de tercer año del Secundario que juega un torneo de fútbol organizado por “los de quinto”. Entre ellos hay una chica que les dice lo que no pueden o no quieren ver, que todo está armado a favor de los más grandes del colegio, desde el monto de la inscripción hasta el sorteo y las fechas de los partidos. No hay manera, los chicos se entregan a la pelota. Y los lectores también.
Esta tarde, Boca y River, al igual que el resto de los equipos que no son provenientes de Europa, serán esos chiquilines invitados a la fiesta de la FIFA en Miami, cuando se den a conocer los grupos del Mundial de Clubes 2025, en un sorteo al que la palabra le quedará grande. Es, en realidad, un sorteo digitado, donde habrá poco azar y muchos condicionantes. Y todo en medio del clima de malestar e incertidumbre que rodea al certamen.
Mientras la institución que preside Gianni Infantino cierra sponsors a último momento y da a conocer anuncios vinculados al súper torneo de 32 equipos programado para hacer su debut desde el 15 de junio próximo en tierra estadounidense, en Europa se manifiestan en contra de seguir agregando partidos a un calendario ya extenuante.
Los futbolistas de ese universo de potencias millonarias piensan en su físico y amenazan con llevar a cabo una huelga con tal de no jugarlo, mientras que sus respectivos clubes y federaciones se solidarizan pero con cierta hipocresía: viajar a competir contra la plebe del resto del mundo les impedirá aprovechar ese tiempo libre de la temporada para hacer giras de amistosos y generar sus propios recursos económicos. En caso de ir al Mundial, ¿llevarán todas sus figuras?
En plan de seducción, este sorteo del Mundial de Clubes en Miami es el segundo gesto de la FIFA para Europa: el primero fue darle 12 plazas disponibles, el doble que las que recibió la Conmebol, obligando a que en Sudamérica la clasificación se transformara en una picadora de carne.
Ahora, antes de que se descubran las bolillas, se dieron a conocer ciertas pautas “para velar por el equilibrio competitivo”, tal como explica el reglamento del sorteo, como para que no queden dudas de la buena voluntad de Infantino y compañía.
La más curiosa determina que Manchester City, Real Madrid, Bayern Múnich y PSG, los mejor ubicados en el ranking de la UEFA, recién se cruzarán en semifinales si se cumple la lógica y ganan sus respectivos grupos.
Además, este cuarteto galáctico ya tiene garantizado que el europeo que les tocará en su zona no será de los fuertes (Chelsea, Borussia Dortmund, Inter y Porto, del quinto al octavo del ranking) sino de los más “débiles” (Atlético de Madrid, Benfica, Juventus y Salzburgo, del noveno al duodécimo en el escalafón).
El libro de Saccheri lo cuenta con inocencia pero la película Gladiador lo expone en carne viva. Los clubes con menos presupuestos y figuras parecen ir al muere a ese Coliseo que se está armando en tierra yanqui, y si se da el milagro y logran saltarse algún cuco, ya saben que el que le sigue será todavía peor, con mejores armas, carruajes, tigres y hasta elefantes si hiciera falta.
Desde hace tiempo, la FIFA encontró en Estados Unidos el mejor terreno para motorizar sus finanzas y multiplicar ingresos, a pesar de que todavía no confirmó con certeza cuánto dinero recibirán los 32 participantes del Mundial de Clubes y los premios a los ganadores del evento.
La demostración más clara de todo esto la dio la designación del Inter Miami de Lionel Messi como representante del país anfitrión, que además jugará el partido inaugural. “Messi en el Mundial de Clubes tiene sentido pero cómo llegó allí es ridículo”, tituló The Athletic, con antipática honestidad. “No trates de entenderla, disfrutala”, podría responder Infantino, imitando el meme de Chiqui Tapia.
En un año de vacas flacas para Boca y River, peleándose por determinar a quién le fue peor, el Mundial de Clubes es motivo de ilusión para sus hinchas, por más que la realidad se termine convirtiendo en una cachetada. Es el funcionamiento general del mundo, y por ende del fútbol.
El sorteo arranca a las 15.
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