La decisión del gobierno de Javier Milei de dar marcha atrás con la eliminación del impuesto a las Ganancias para los trabajadores abrió una sugestiva grieta entre los gobernadores y el sindicalismo que quedó expuesta en plenitud este miércoles en el marco del primer encuentro formal entre las autoridades laborales de la administración libertaria y la entidad que agrupa a los poderosos gremios del sector energético.
Durante la reunión que el flamante secretario de Trabajo, Omar Yasín, mantuvo con la cúpula de la Confederación dede Trabajadores y Empleados de los Hidrocarburos, Energía, Combustibles, Derivados y Afines (Catheda), los gremialistas cuestionaron la intención oficial de reponer la aplicación del tributo sobre la cuarta categoría y responsabilizaron directamente a los gobernadores por esa decisión.
"Planteamos que no es posible que los trabajadores tengamos que financiar el déficit de las malas decisiones de los gobernadores, es una injusticia", advirtió ante Clarín el petrolero Guillermo Pereyra, titular de la Catheda, al término de la reunión con Yasín.
El dirigente recordó que el beneficio de la excepción impositiva, que votó el Congreso en medio de la campaña por impulso de Sergio Massa, fue respaldado por el propio Milei -por entonces como diputado- y aseguró que su reposición implica directamente "confiscar el sacrificio de los trabajadores para financiar el rojo de las provincias".
En ese sentido, Pereyra le pidió a Yasín que gestione con el Presidente y el ministro de Economía, Luis Caputo, una posible revisión de la decisión de dar de baja el beneficio de Ganancias. Y alertó: "dejamos muy en claro que vamos a tomar las medidas necesarias y tendremos todo el diálogo que haga falta para resistir a ese impuesto tan injusto".
No obstante, el sindicalista marcó una clara distancia con los movimientos sociales que convocaron para este miércoles a una marcha en contra del ajuste anunciado por el Gobierno y, a la vez, se diferenció en cierta medida de las advertencias de la CGT que aseguró que no se quedará con "los brazos cruzados" ante el impacto de las nuevas medidas sobre trabajadores y jubilados. "No vamos a confrontar, vamos a aportar. Nosotros no cortamos rutas ni obstruimos caminos", arremetió el petrolero.
Por otra parte, durante la reunión con Yasín, de la que también participó el nuevo subsecretario de Trabjo, Horacio Pitrau, los sindicalistas analizaron con los funcionarios las propuestas de reforma laboral que alienta el nuevo gobierno y plantearon la necesidad de que los cambios sobre la actual legislación, como el caso de un nuevo sistema de indemnizaciones basado en el Fondo de Cese Laboral que rige en la UOCRA, se negocien en forma voluntaria en el marco de los respectivos convenios colectivos de actividad.
En esa línea, apuntaron que si el objetivo de la reforma apunta a revertir la situación de informalidad los esfuerzos deben atender a que "los principales generadores de trabajo en negro son los distintos estamentos del Estado que promueven contratos precarios y sin aportes para sostener el sistema previsional y de salud".
Además de Pereyra, del encuentro con Yasín participaron los dirigentes Jorge Taboada, de Camioneros y en representación de Hugo Moyano, Guillermo Moser (Luz y Fuerza), Juan Carlos Crespi (SUPEH), Oscar Mangone (Gas) Juan Manuel García (estaciones de servicio), y Fabián Hermoso (químicos), entre otros.