no rompió con el grupo y sumó una fuerte defensa a Israel y Ucrania
La cumbre del G20 terminaba este martes con la presencia de Lula da Silva y otros mandatarios. Mientras el presidente Javier Milei mantenía una serie de bilaterales como las que tuvo con el presidente Xi Jinping, co la directora del Fondo Monetario, Kristalina Georgieva y con el premier Indio, Narendra Modi, los representantes argentinos formalizaban por escrito las objeciones del Gobierno libertario a la Declaración final del encuentro multilateral cuya anfitrión este año fue Brasil. Algunas se desconocían hasta hoy como que el Gobierno pidió por escrito destacar la “integridad territorial” de Ucrania, aunque sin mencionar la invasión a Rusia, e hizo una fuerte defensa en los apartados del Estado de Israel. Y también se la notificaron a los sherpas de todos los países y la registraron.
En la banca quedaron el canciller Gerardo Werthein, que debió marcharse a las bilaterales con Xi, Georgieva y Modi; el sherpa argentino ante el G20, Federico Pinedo, y el embajador argentin ante Brasil, Daniel Raimondi.
Milei habló el lunes ante los presidentes en plenarios cerrados, sin transmisión y lo único que pudo verse fue el saludo frío y distante que se dio con Lula da Silva al subir a la explanada que antecedía a la entrada del Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro.
A su primer discurso anti Estado y anti Agenda 2030, anti género y anti impuesto a los ricos, sólo le contestó -aunque lateralmente y sin mencionarlo-, Gabriel Boric. El presidente de Chile se despachó contra los daños que según sus palabras -el mandatario trasandino pertenece a una coalición de izquierda- causó el neoliberalismo.
Pero para el mediodía del lunes, Argentina, que hizo menos ruido en la cumbre de Brasil de lo que se esperaba, ya había firmado su declaración para no romper todo y se limitó a disociarse de algunos puntos que son, según pudo saber Clarín los siguientes y en este orden:
- “La República Argentina no va a obstaculizar la aprobación de una declaración de líderes del G20 en la reunión de Brasil 2024, pero su decisión se enmarca en los términos” de la Declaración Final.
- “La Argentina considera que el mundo está atravesando un momento de grave peligro en materia de seguridad internacional, con violaciones a la integridad territorial de algunas naciones, como Ucrania, y con acciones que buscan expresamente la desaparición del Estado de Israel”, empezó diciendo el documento, que continúa. “En este contexto, creemos que los líderes del G20 deben expresarse sobre la ayuda humanitaria, la liberación de rehenes y las gestiones de paz, pero sin ignorar las acciones ilegales de quienes atacan al Estado de Israel desde distintas naciones y a través de fuerzas militarizadas o terroristas, que son parte esencial del conflicto”.
Luego señaló que “a la Argentina le preocupa que no se hayan respetado sus líneas rojas, fundamentales para el funcionamiento del consenso. A pesar de ello, la Argentina no se disocia del G20, sino que busca fortalecerlo, con su ejemplo de no obstaculizar la declaración de líderes”. Remata que desea enfatizar como “líneas rojas” ciertos puntos de los cuales se disocia y son:
1. Libertad de expresión y daños en línea: La Argentina propone eliminar las expresiones “desinformación, información falsa, discursos de odio y otros daños en línea”, con el fin de preservar las libertades de pensamiento y de expresión. La Constitución argentina prohíbe que el poder político limite la libertad de expresión. Resulta de singular importancia la libre manifestación de ideas a través de la prensa y las plataformas digitales que ya han sido censuradas por diversos Estados. Cualquier calificación formal de la información podría constituir censura, salvo que se trate de un delito, en cuyo caso deben ser jueces independientes quienes lo determinen.
2. Implementación de la Agenda 2030: La Argentina considera que numerosos aspectos de la implementación de la Agenda 2030 afectan la vida, la libertad y la propiedad de las personas, valores consagrados en nuestra Constitución que deben ser defendidos.
3. Mención a los Contribuyentes: Al margen de las consecuencias negativas que tiene sobre la acumulación de capital y, por ende, en el crecimiento económico, la Argentina considera que no es correcta la mención de ciertas categorías de pagadores de impuestos, por ejemplo los ultra-rich, a ser potencialmente gravados, por ser discriminatoria y también implicar un trato desigual frente a la ley.
Por último, la Argentina entiende la palabra “género” de acuerdo con el artículo 7.3 del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. Asimismo, dice “la Argentina no apoya ningún tipo de discriminación positiva, ya que violenta la igualdad ante la ley y vulnera los derechos de otros grupos”.
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