otro problema para la coalición de gobierno de Pedro Sánchez, ahora por denuncias de violencia machista contra un dirigente
Un nuevo escándalo roza a la coalición que gobierna España: Iñigo Errejón, portavoz en el Congreso de Sumar, el partido a la izquierda del PSOE y su socio minoritario en el gobierno, renunció ese jueves a su banca y a la vida política. Desde Sumar confesaron que estaban investigando una denuncia en su contra por violencia machista.
“El ritmo y el modo de vida en la primera línea política, durante una década, ha desgastado mi salud física, a mi salud mental y a mi estructura afectiva y emocional”, señaló el ex diputado en un comunicado en su cuenta de X.
“En la primera línea política y mediática se subsiste y se es más eficaz, al menos así ha sido mi caso, con una forma de comportarse que se emancipa a menudo de los cuidados, de la empatía y de las necesidades de los otros -agregó sin hacer referencia a la denuncia en su contra-. Esto genera una subjetividad tóxica que en el caso de los hombres el patriarcado multiplica, con compañeros y compañeras de trabajo, con compañeros y compañeras de organización, con relaciones afectivas e incluso con uno mismo”, agregó.
Errejón, de 40 años, apuró su salida del Parlamento cuando trascendió en redes la denuncia de una mujer que lo señala como maltratador psicológico en la intimidad.
Fue la periodista y activista feminista Cristina Fallarás quien publicó el relato anónimo contra el ahora ex diputado quien, según una mujer que estuvo con él, “monta números” si durante la intimidad del sexo no ceden a las “prácticas humillantes” que él propone.
“Es un maltratador psicológico”, lo definió la mujer que lo denunció.
“Te echa de su casa”
“Es extremadamente simpático inicialmente para engancharte, cuando ve que ha conseguido algo, empiezan los desplantes y el gaslighing (siempre eres tú que no entiendes al diputado). Por la tarde te muestra afecto e incluso te hace proposiciones de relación y a las dos horas te echa de su casa”, explicó la mujer.
“Si haces algo que no le gusta te castiga con silencio e indiferencia para que vayas aprendiendo a respetar a Dios, que es lo que se cree que es”, agregó.
Con el correr de la tarde en España, otras cuatro mujeres se animaron a dar la cara y señalar a Errejón como un maltratador.
La actriz Elisa Mouliaá lo confesó este jueves: “Soy víctima de acoso sexual por parte de Iñigo Errejón y quiero denunciarlo”, se atrevió a decir en sus redes sociales.
En su comunicado de renuncia, Errejón justificó su salida: “Llevo tiempo trabajando en un proceso personal y de acompañamiento psicológico, pero lo cierto es que para avanzar en él y para cuidarme, necesito abandonar la política institucional, sus exigencias y sus ritmos”.
Antes de admitir ante sus compañeros de partido que las acusaciones contra él son ciertas, el ex diputado señaló: “Yo, tras un ciclo político intenso y acelerado, he llegado al limite de la contradicción entre el personaje y la persona. Entre una forma de vida neoliberal y ser portavoz de una formación que defiende un mundo nuevo, más justo y humano. La lucha ideológica es también una lucha por construir formas de vida y relaciones mejores, más cuidadosas, más solidarias y, por tanto, más libres. No se le puede pedir a la gente que vote distinto de cómo se comporta en su vida cotidiana”.
Repercusiones
El presidente Pedro Sánchez se desmarcó del ahora ex portavoz de sus socios de coalición: “El gobierno trabaja por una España feminista donde las mujeres tengan los mismos derechos, las mismas oportunidades y la misma libertad y seguridad que los hombres”, posteó Sánchez.
“Toda mi condena a quienes atentan contra este proyecto de igualdad”, agregó el presidente sin nombrar a Errejón.
“Nuestro compromiso contra el machismo es firme y sin excepciones”, opinó la vicepresidenta, ministra de Trabajo y referente de Sumar, Yolanda Díaz. Fue ella quien enero, cuando aún estaba al frente del partido, había designado a Iñigo Errejón como portavoz parlamentario de Sumar.
Desde Podemos, los ex compañeras de militancia del ex diputado, repudiaron el maltrato de Errejón. “Se está empezando a romper el silencio. Incluso personas que tienen fama están viendo que la impunidad se resquebraja, eso es importante”, dijo Ione Belarra, secretaria general de Podemos.
Desde la oposición, el Partido Popular acusó a Sumar de haber encubierto a Errejón: “Lo sabían y lo taparon”.
De líder de la izquierda a denunciado por maltratador
Hubo un tiempo en el que Iñigo Errejón fue una promesa de esperanza para miles de españoles. Con su amigo del alma Pablo Iglesias fundó Podemos, el partido que en 2014 supo recoger la indignación social que apesadumbraba a España y del que Errejón se bajó cuando el choque de egos con Iglesias no lo dejaba casi respirar.
El chico que se había doctorado en Ciencias Políticas en la Complutense de Madrid quería convertirse en un referente de la izquierda a nivel nacional. Fue el candidato más joven en participar -con partido propio- en una elecciones generales, las de noviembre de 2019, en las que hasta compitió con su ex socio de la política y de la vida, Pablo Iglesias.
Fue cuando se presentó con su flamante formación, Más País, inspirada en una alianza previa con la ex alcaldesa Manuela Carmena para fundar Más Madrid, sello con el que antes había aspirado a gobernar la comunidad autónoma madrileña pero no lo consiguió.
Otro revés para los progresistas
Son tiempos duros para la izquierda en España. La tan posible como inminente imputación por corrupción de José Luis Abalos, el ex ministro y ex secretario de organización del PSOE -el partido del que el presidente Pedro Sánchez es secretario general-, salpican a los socialistas. Y Sumar, ese conglomerado de partidos a la izquierda del PSOE que debutó en las elecciones generales de julio del año pasado con Yolanda Díaz como líder, se viene deshilachando.
El magro resultado electoral de Sumar en las elecciones europeas de junio se cobró la cabeza de Díaz, que abandonó el sillón de mando del partido.
Errejón era portavoz en el Congreso por Sumar desde enero de este año. Ya lo había sido, entre 2016 y 2017, con Podemos. Y entre 2019 y 2023 como vocero parlamentario de Más País.
Durante las horas posteriores a su renuncia, los canales de televisión y las webs recordaban algunas de sus declaraciones más contradictorias con lo que Iñigo Errejón acaba de admitir. Cuando decía, por ejemplo, que “el movimiento feminista es seguramente el mayor y mejor soplo de aire fresco para democratizar nuestro país”.
O cuando, desde el púlpito, vociferaba: “El compromiso con una España feminista no es un compromiso retórico, no es un compromiso de las palabras. Es un compromiso que se tiene que plasmar también en quiénes somos y en cómo hacemos las cosas”.
Alguna vez, hasta llegó a exhortar a los españoles “para que podamos pasar a tener una discusión más madura en España sobre qué pasa con la masculinidad, qué pasa con la educación sexual-afectiva en colegios e institutos”.
Los comentarios están cerrados.