Pablo Moyano es un outsider fácilmente usable por el kirchnerismo

Pablo Moyano es funcional a todos aquellos que buscan la confrontación“, advirtió -crítico- Gerardo Martínez, el titular de la UOCRA y hombre clave de la conducción de la CGT, tras la ruidosa salida del número dos de Camioneros de la central obrera. En una entrevista con Clarín, el dirigente definió a Pablo Moyano como “un outsider, un líbero, que solamente es portador de un apellido” y reprochó que ha sido “fácilmente usable” por el kirchnerismo, aunque evitó asegurar que su renuncia a la entidad haya sido promovida desde las filas K.

Martínez también rechazó que tras la salida del camionero se sucedan otras renuncias de referentes del ala dura de la cúpula cegetista, negó que la entidad impulse un plan de medidas de fuerza en el corto plazo, y se mostró expectante con la apertura del diálogo con el gobierno de Javier Milei, aunque advirtió que “no debe ser solo para la foto”.

-¿Cómo analiza la situación que se abrió en la CGT a partir de la renuncia de de Pablo Moyano a la conducción?

-Desde el principio en que conformamos este consejo directivo se fijó la meta de privilegiar la unidad por sobre todas las cosas y esa metodología de trabajo la hemos mantenido, y en distintas circunstancias y debates siempre privilegiamos tener una opinión que sea resultado del consenso por sobre todo. Ya tuvimos la renuncia de Mario Manrique pero Smata sigue siendo parte de la CGT. En este caso creemos que es una situación particular, Pablo Moyano expuso con un criterio muy individual una postura sin haberla anticipado, conversado con el resto de la pluralidad de la CGT. Me parece que en un momento de tanta sensibilidad las opiniones que podamos determinar tienen que ser analizadas respetuosamente porque son muchos los trabajadores que están involucrados con las decisiones que toma la CGT. Él firmó una renuncia al consejo directivo, pero Camioneros y lo he hablado con Hugo Moyano, ha decidido seguir formando parte de la CGT.

-¿La decisión fue personal o algo más vinculado a una cuestión política?

-En principio considero que es personal porque el dia martes por la mañana, previo a la reunión de mesa chica, que es el corolario de los distintos sectores que convergen en la CGT, donde nadie toma decisiones de forma inconsulta, Hugo Moyano habla conmigo y, también llamó a (Héctor) Daer, y me aclara que Camioneros no está de acuerdo ni va a ser parte de la propuesta de un nuevo paro, como había planteado Pablo públicamente. Nos dijo que Camioneros no tenía esa opinión y que, por el contrario, sigue acompañando la posición en favor del proceso de dialogo que lleva adelante la CGT.

-¿Algún sector político pudo haber alentado a Pablo a acelerar esta decisión?

-No le quiero dar un matiz político, creo que tiene que ver con una metodología propia que tiene Pablo. Tomo como referencia lo que dice Hugo, de que Pablo no firma, ni administra ni gerencia ni el sindicato ni la obra social. Por lo tanto es un outsider, un líbero, y me parece que ahí está el problema de Pablo, que nunca tuvo a su cargo una responsabilidad de gestión y es solamente portador de un apellido. También hablé ayer con Alejandro Gramajo, el secretario de la UTEP, que es parte de la alianza que tenemos con los sectores del trabajo que no están formalizados, y le plantee que no había una cuestión política que haya enrarecido la situación de la CGT y él coincidía en que observaba que era un problema en la interna de Camioneros.

-Pero dado el acercamiento de Pablo Moyano con el kirchnerismo, ¿cree que pueda responder a eso?

-Creo que él es funcional a todos aquellos que buscan la confrontación. Y nosotros observamos que el sindicalismo no debe ser la guardia pretoriana de nadie, el sindicalismo es una estructura sólida que representa los intereses de los trabajadores y no puede ser parte de la alquimia de algún sector político. La mayoría de nosotros somos peronistas, pero somos responsables del momento en que tenemos que estar gestionando y resolviendo los problemas que enfrenta la sociedad asalariada del país. Puede haber, por supuesto, algún compañero que se ve seducido con la manipulación y o con el hecho de que le digan que tiene que salir y protestar, pero nosotros no aceptamos ese tipo de procedimientos.

-¿Puede haber sido funcional a un pedido del kirchnerismo?

-No me consta, pero conociéndolo a Pablo es fácilmente usable. En la CGT está el gremio de UPCN, que es el sindicato representa a casi 75% de los trabajadores del Estado, y sin embargo Pablo se presta a una estrategia a una acción definida por (Rodolfo) Aguiar, que es el titular de ATE y que no está en la CGT. Hay cosas que son muestras de disonancia en sus movimientos como que siempre está más cerca de la conflictividad, de querer ir al paro, sin medir nada.

-¿La renuncia puede provocar otras salidas en la central obrera?

-No lo creo, ya venimos conversando la situación y trabajando con otros dirigentes. No observo ningún arrastre en ese sentido que pueda generar un cierto desmembramiento de la conducción.

-¿Y algunos gremios más chicos que están muy cerca de su posición?

-Tampoco lo creo. La CGT es una estructura a la que debemos cuidar. Todos la necesitan, pero los gremios chicos mucho más.

-¿No hay ningún quiebre entonces en la CGT?

-La salida de Pablo no es ningun quiebre, es una renuncia más, y Camioneros va a presentar a un reemplazante en los próximos días, no tiene más volumen político que eso.

-¿Que expectativa tienen con el proceso de diálogo que se plantean con el Gobierno?

-Creo que el hecho de que se habilite el diálogo tripartido es algo que debemos aplaudir y ojalá que no sea solo para la foto, sino que podamos avanzar con el tratamiento de contenidos que se vinculen con la trilogía que es nuestra preocupación: desarrollo, producción y trabajo. Todos creemos que los problemas estructurales que tiene la Argentina no hay posibilidad de que un gobierno en soledad los pueda resolver, y hasta ahora únicamente el Gobierno se ha dedicado a generar una estrategia con distintos resultados, de cierto panorama positivo en el aspecto financiero, pero con eso no resolvemos los problemas estructurales, la pobreza, la actividades con caída de la producción.

-Entonces si hay diálogo se despeja cualquier posibilidad de que la CGT pueda avanzar con un plan de lucha en el corto y mediano plazo.

-La CGT como tal no tiene un su calendario ningún plan de lucha, si el apoyo solidario a los distintos sectores que puedan estar en conflicto.

-¿Creen que no hay marco de respaldo social a un escenario de medidas de fuerza?

-Indudablemente vemos que hay hacia el Gobierno una sensación abiertamente positiva de la sociedad debido al trazado financiero. Pero la gente tambien dice que es necesario asegurar la estabilidad económica, que no es un aval para todo, creo que no hay un cheque en blanco. La sociedad ve que hay algunos buenos resultados en la cuestión macroeconómica, pero le preocupan otros factores también. Hay un nivel de tolerancia de la clase media que sorprende y hay que analizar ese escenario responsablemente.

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