Pacto con Irán: qué pasará con el juicio luego de que se bajaran dos de los jueces sorteados
Pacto con Irán: qué pasará con el juicio luego de que se bajaran dos de los jueces sorteados
Este viernes vencía el plazo para saber si quedaba confirmado el Tribunal que se sorteó para enjuiciar a Cristina Kirchner en el caso por la firma del Pacto de Entendimiento con Irán. Pero dos de los tres magistrados se excusaron, y el presidente de la Cámara Federal de Casación Penal debe analizar sus planteos. Si los acepta, hará un nuevo sorteo para reemplazar a esos dos magistrados.
Hay otro obstáculo: Cristina Kirchner -la principal acusada en el caso, por supuesto encubrimiento agravado del atentado terrorista a la AMIA- pidió la recusación de los tres jueces que habían sido designados.
Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso, que habían integrado el Tribunal Oral Federal 2 (TOF 2) que condenó a la vicepresidenta en el juicio por el direccionamiento de la obra pública vial a favor de Lázaro Báez en el caso Vialidad, pidieron no intervenir en el juicio por el pacto con Irán, porque dicen que tienen mucho trabajo ocupando muchas suplencias de cargos vacantes en tribunales con juicios largos y complejos.
A su vez, cuando los abogados de la vice Carlos Beraldi y Ary Llernovoy presentaron la recusación de todos los jueces sorteados, recordaron que Basso y el tercer magistrado seleccionado, Javier Ríos, intervinieron en el juicio oral contra Carlos Telleldín, responsable de haber vendido la camioneta que utilizada para impactar con los explosivos en el edificio de la AMIA.
Los jueces resolvieron absolver a Telledín después del juicio.
Respecto de Giménez Uriburu, los defensores de Cristina se refirieron a sus antecedentes laborales como integrante del juzgado que tuvo a cargo la primera investigación sobre el atentado, encabezado por Juan José Galeano, quien terminó condenado por irregularidades en la instrucción del caso.
"La recusación no se funda en razones personales ni mucho menos subjetivas, sino en hechos concretos que comprometen la imparcialidad de los jueces recusados”, indicó la defensa de la vicepresidenta.
Los pasos para una definición
Ahora, el presidente de la Casación Federal, Mariano Borinsky, debe esperar los cinco días del plazo que estipula el Código Procesal Penal para que quede firme la integración del Tribunal Oral Federal 8, que juzgará a la vicepresidenta y los demás acusados. Eso será este viernes por la mañana.
Como ya hay dos excusaciones, Borinsky debe llamar a acuerdo de superintendencia para tratarlas.
Esos acuerdos suelen ser los días martes, cuando se reúnen los presidentes de las cuatro salas que integran la Casación: además de Borinsky, Diego Barroetaveña (Sala I) Guillermo Yacobucci (Sala II) Javier Carbajo (Sala III) y Gustavo Hornos (Sala IV).
En ese momento votarán si aceptan o no los argumentos pronunciados por Basso y Rodríguez Uriburu. Siempre existe la posibilidad de que se rechacen.
En caso de aceptar los planteos, Borinsky dispondrá un nuevo sorteo dentro de las siguientes 48 horas. Es decir antes de fines de la semana próxima.
Esos plazos correrán en simultáneo con los que tiene la defensa de Cristina para presentarse en queja ante la Corte Suprema de Justicia y jugar la última carta para impedir que el juicio se realice.
Hay que recordar que la Sala I de la Casación, integrada por los jueces Daniel Petrone y Diego Barroetaveña, revocó el sobreseimiento sin juicio que habían obtenido la vice y los demás imputados en la causa por el Pacto con Irán.
Esa resolución fue apelada por la totalidad de los implicados en el caso. La semana pasada, la Sala I rechazó todos esos recursos extraordinarios entendiendo que no se está discutiendo una sentencia firme.
Esa negativa sólo les dejó una última carta: ir en queja ante la Corte, que tendrá la palabra final. Hasta que el máximo tribunal no se pronuncie al respecto, aunque se conforme el tribunal correspondiente el juicio oral y público no dará inicio.
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