Para Cristina Kirchner, hay que impulsar una política “menos dependiente de monocultivos como la soja”

Cristina Kirchner, que enfrentó una fuerte crisis durante su primer gobierno por el intento fallido de imponer retenciones móviles sobre la soja y otros granos en 2008, volvió a referirse al campo. No lo hizo en un acto político ni en la red social X, donde suele expresarse, sino en el prólogo de un libro que acaba de publicar Pedro Peretti, un exdirigente de Federación Agraria Argentina (FAA) y columnista sobre temas agropecuarios en los medios públicos durante el gobierno de Alberto Fernández.

En la obra, la expresidenta destaca la necesidad de impulsar una política “menos dependiente de monocultivos como la soja, que ha dominado nuestro paisaje agrícola a un alto costo social y ambiental”.

Para la actual jefa del Partido Justicialista, ese modelo fue impuesto en la década del 90 y tuvo como consecuencia “una mayor concentración de tierras, y la tendencia a la desaparición de otros modelos de producción como la chacra mixta y el chacarero productor, reemplazado por los grandes pools, la injerencia del capital financiero, los rentistas y los contratistas.”

Cabe recordar que entre 1989 y 1999 gobernó el país Carlos Menem, quien en 1988 había ganado las elecciones internas del Partido Justicialista para los comicios presidenciales del año siguiente.

Según Cristina Kirchner, aquel modelo impulsado por la soja “tuvo un impacto negativo en la economía rural, en el ambiente, en la eficiencia logística, en el arraigo y una pérdida de soberanía y seguridad alimentaria”.

Además, la expresidenta defendió en el prólogo del libro de Peretti algunas medidas tomadas durante su gestión como “el reintegro de retenciones a las exportaciones para pequeños productores; créditos segmentados con tasas preferenciales, implementados desde el Banco Nación; los programas de apoyo a los pequeños y medianos productores; la ley 27.118 de agricultura familiar sancionada en 2014 entre otras”.

En el libro El campo popular: 45 propuestas agrarias para el bien común, la exmandataria sostiene que las propuestas de Peretti son una herramienta para promover debates y políticas que busquen el bienestar de todos los argentinos.

En una parte del prólogo, la expresidenta señala que el libro hace un análisis profundo y brinda una serie de propuestas para reevaluar el rumbo de la política agropecuaria argentina. A su criterio, se trata de una herramienta útil para pensar el desarrollo nacional. Además, agrega que “la agricultura es un tema que toca la vida de todos los argentinos, directa e indirectamente. Este libro es un llamado a la reflexión y al diálogo, a la participación activa en la construcción de un modelo agrícola más stocks, sostenible y eficiente, que pueda enfrentar los retos de este siglo y garantizar la soberanía alimentaria en nuestro país”.

Peretti es un escritor y chacarero, nacido en Máximo Paz, provincia de Santa Fe. Está afiliado a la FAA, desde hace más de 45 años. Ingresó a la Comisión Directiva de la entidad después del conflicto con la 125. También es autor del libro “Chacareros, soja y gobernabilidad”; “El asesinato del capitán Laurent”; “¿Quién mató a Francisco Netri?”, y “Olvido y falsificación de la historia del Grito de Alcorta y la Federación Agraria Argentina” (Marea 2022).

Además, la expresidenta resalta que el autor plantea en el libro “la necesidad de que los temas agrarios tengan un rol protagónico en la agenda pública, y se discuta, diseñe e implemente una política agropecuaria nacional y popular para la construcción de un modelo agrícola que sea justo, sostenible y eficiente”.

También asegura que las propuestas que hace el autor buscan que esto se haga desde una perspectiva que entrelace lo económico, social y ambiental, subrayando la interconexión esencial entre el campo y la ciudad.

Pedro Peretti, el autor del libroInstagram

“El sector agropecuario en Argentina no ha tenido la centralidad histórica que la lógica indica en el debate político”, dijo. Según añadió, además, la propuesta del productor “plantea la necesidad de rediseñar nuestras políticas para fomentar una agricultura más integrada y menos dependiente de monocultivos como la soja, que ha dominado nuestro paisaje agrícola a un alto costo social y ambiental”.

Algunos de los puntos que toma en los diferentes capítulos son: “El debate agropecuario pendiente”, “Agricultura de tres pisos”, “Terratenientes y glifosato” y “Unidad de medida”. El libro plantea que “somos un país agrario sin debate agropecuario. La derecha lo secuestró y el campo nacional y popular se desentendió completamente del tema, es decir, de la forma en que se produce, distribuye y exporta lo que comemos”.

LA NACION

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