Para empresarios Milei ya encarna el teorema de Baglini: ni dolarización ni cierre del Banco Central
Para empresarios Milei ya encarna el teorema de Baglini: ni dolarización ni cierre del Banco Central
Javier Milei llegó minutos antes de las 13 al hotel Alvear y lo esperaba un enjambre de periodistas, fotógrafos y las cámaras de tevé con una pregunta que lo sorprendió.
Minutos antes, Eduardo Eurnekian les había dicho con su humor singular: “Tengo 3.700 ñatos que trabajan en mi empresa, uno salió fallado, qué querés que haga“. Milei no se inmutó. “Debe se un chiste”, soltó el libertario y se dirigió raudo junto a su hermana Karina hacia un pequeño salón donde lo aguardaba el grupo de empresarios que integra el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp).
Era la estrella de una comida largamente esperada, pese a que la mayoría de los asistentes ya habían tenido trato con el candidato, que supo visitar a la entidad en otras oportunidades. Esta vez, tan cerca de la definición electoral. hubo una negociación. Se acordó que hablaría poco y que respondería preguntas que había sido previamente consensuadas entre los dirigentes empresarios. Fueron seis, una de cada cámara.
En el salón lo esperaban Marcos Pereda, presidente del organismo y vice de la Rural, su mujer Azul García Uriburu y los presidentes de las otras entidades: Mario Grinman ( Comercio), Adelmo Gabbi (Bolsa de Comercio), Gustavo Weiss (Construcción), Javier Bolzico (bancos) y Nicolás Pino (Sociedad Rural) .
Se acercaron otros, se agolparon a su alrededor y muchos intentaron la selfie a la que se prestó Milei en esa intimidad pero esquivó después en el salón más amplio. En ese momento Bettina Bulgheroni tomó a Karina Milei de la mano y la sentó en la mesa principal a la que se sumaron, además de los dirigentes, Eduardo Eurnekian, Adrián Werthein, Daniel Funes de Rioja, Alejandro Bulgheroni, Miguel Angel Rodríguez, Alfredo Gusmán, Roberto Planes y Diego la Torre.
Todos querían estar cerca del libertario. Fue breve. Milei se sentó, esperó que terminara el discurso de Pereda y subió al estrado. Habló, respondió preguntas, saludó a algunos y se retiró.
Se refirió al cepo: “Si uno no arregla el cepo no se puede volver a crecer, la clave está ahí. “¿Cómo abro el cepo y no termino en una híper? la solución es de shock”, disparó pero no mencionó la palabra dolarización ni el cierre del Banco Central. Dijo que “la estabilización implicará resolver el problema de las Leliqs y el problema fiscal”.
El libertario aclaró la importancia de la “secuencialidad” en la apertura comercial. "Primero, la reforma del Estado y el orden fiscal, una reforma laboral, y luego sí, a competir con el mundo. No quiero un industricidio."
En otras mesas estaban los embajadores de Chile, Brasil, Uruguay, la Unión Europea, Gran Bretaña.
Corporación América, de Eurnekian, tuvo la delegación más numerosa a juzgar por el alto número de sus ejecutivos que asistieron. Pero también fueron los laboratorios de capital nacional, Eduardo Elsztain, industriales como Alberto Grimoldi, Jaime Campos, presidente de la Asociación Empresaria Argentina, otros como Cristiano Rattazzi, Ruben Cherñajovsky, Luis Galli, Máximo Bomchil, Rubén Maltoni y el infaltable Gustavo Cinosi, por citar algunos.
Ramiro Marra, su candidato frustrado en la Ciudad, se paseaba por las mesas y Guillermo Franco, mencionado como posible ministro del interior era de lo más requerido.
Hubo aplausos tibios al recibir a Milei, más fuertes cuando Milei insistió que sigan comerciando con quien quieran pero yo no voy a ser un aliado de los comunistas . Varios se molestaron cuando el libertario los invitó a “despertarse” a que “no dejen que los sigan robando”. Un abogado deslizó. “Ese tipo de discurso no es para este auditorio”.
La mayoría de los empresarios coincidió en el diagnóstico de la crisis, se quedó esperando definiciones más precisas sobre cómo hará para salir, lo observó más calmo y con “el teorema de Baglini en la mano”, en obvia referencia a una mayor moderación en la medida que se siente más cerca de la Rosada. Otra coincidencia: se elogió la mención de la “secuencialidad”. Lo interpretaron como un shock pero por etapas.
“Lo veo muy dogmático. Vivimos una crisis muy profunda en medio de una gran debilidad política y un futuro presidente que estará muy exigido por las demandas de la sociedad”, soltó un empresario. Funes de Rioja, que le insistió a Franco que Milei debe tener un cara a cara con los industriales, se mostró preocupado por las futuras relaciones comerciales con Brasil y China.
Weiss de la Cámara de la Construcción fue de los pocos que lo contradijo:
Milei había dicho que busca un modelo a la chilena, de iniciativa privada. Eso sí, no es apto para corruptos”.
Weiss le respondió: “En Chile la inversión privada no es más de 7% en infraestructura el resto es inversión pública y es porque no hay repago del usuario, Hay kilómetros de rutas que no se pueden hacer por que no hay tránsito, escuelas, hospitales”, sostuvo.
Hacia el final algunos sentados en el café del Alvear manifestaron el temor a su “amateurismo”. Estaban preparando el terreno: mañana reciben a Sergio Massa.
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