Recuperado de la cirugía en la cabeza, Lula da Silva inicia su tercer año de mandato con desafíos económicos y un llamado a la unidad


El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, hizo un llamado a la reconciliación, la esperanza y el trabajo conjunto para construir un país más justo y solidario, en su mensaje anual de Navidad, luego de una semana agitada por la disparada del dólar y las peleas en el Congreso por la aprobación de un paquete de recortes para controlar el déficit fiscal.

Cuando faltan pocos días para iniciar su tercer año de mandato, el mandatario se recupera de su cirugía cerebral, tras un golpe en la cabeza, y se prepara para una cantidad de desafíos políticos y, sobre todo, económicos, en el año que comienza.

“Este es el momento de renovar nuestra esperanza. Esperanza en un país más justo. Un Brasil sin hambre, donde cada mujer y cada hombre tenga un trabajo digno y tiempo para ver crecer a sus hijos”, dijo Lula en su mensaje de Navidad.

En un breve mensaje transmitido en directo por televisión, radio y redes sociales, el presidente brasileño señaló que la base de todo lo que hace su gobierno está en el diálogo y el trabajo conjunto que realiza con la sociedad civil y los gobiernos regionales, “en la armonía” entre el Ejecutivo, el Legislativo y el Poder Judicial y en la defensa “intransigente” de la democracia.

“Todavía tenemos enormes desafíos por delante. Pero hoy Brasil tiene una economía fuerte, que sigue creciendo. Un gobierno eficiente, que invierte donde más importa: en la calidad de vida de la población brasileña”, enfatizó el líder del Partido de los Trabajadores, en referencia a la previsión de que el país terminará el año con un crecimiento del 3,5%, por encima del 3,2% registrado en 2023.

Un billete falso de dólar con la imagen de Lula da Silva, en la mano de un legislador en el Congreso brasileño. Foto: REUTERS

El lunes, la cotización de la moneda brasileña cerró en 6,18 reales por dólar (+1,87%), tras superar el récord de seis reales a finales de noviembre.

El Parlamento adoptó el viernes un paquete de medidas para reducir el gasto público en 70.000 millones de reales (unos 11.400 millones de dólares), aunque el ministro de Finanzas, Fernando Haddad, admitió que esto podría representar mil millones de reales menos de ahorro para el erario.

Sin embargo, Lula mostró su optimismo, cuando la mayor economía de Latinoamérica está en camino de registrar un crecimiento del 3% este año y la tasa de desempleo está en su nivel más bajo en 12 años.

“Hemos cosechado los frutos de nuestro trabajo, pero debemos seguir sembrando para que nuestra cosecha sea cada vez más generosa”, declaró el lunes por la noche.

“Soy aún más fuerte”, dijo en el discurso del lunes, mostrando agradecimiento por la “cadena de solidaridad” y los “mensajes de cariño” que recibió durante su hospitalización por un fuerte golpe en la cabeza tras un accidente doméstico.

La cirugía

Lula, que el 1 de enero cumplirá tres años de su tercer mandato, no habló de su salud, cuando todavía sobrevuelan dudas sobre la gravedad del golpe en la cabeza que lo obligó a una operación urgente por una hemorragia cerebral semanas atrás.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, al salir del Hospital Sirio-Libanés de San Pablo, tras su cirugía, el 15 de diciembre. foto: REUTERS  El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, al salir del Hospital Sirio-Libanés de San Pablo, tras su cirugía, el 15 de diciembre. foto: REUTERS

En la madrugada del 10 de diciembre, Lula, de 79 años, había sido trasladado de urgencia a San Pablo y operado por un hematoma intracraneal, derivado de un golpe en la cabeza sufrido en una caída en su casa en octubre.

Después de haber dejado el domingo 15 de diciembre el Hospital Sirio-Libanés de San Pablo donde lo habían internado, el mandatario recibió el jueves 19 el visto bueno de sus médicos para regresar a Brasilia, tras someterse a una tomografía.


“El resultado del examen es extremadamente satisfactorio, está bien. El hematoma simplemente ya no existe”, resumió Roberto Kalil, médico de Lula, ante la prensa.

Kalil había declarado antes que el sangrado cerca del cerebro, finalmente curado, había expuesto a Lula a “lo peor”.

Para los próximos días, el mandatario tiene previsto un nuevo examen de control, según adelantaron sus médicos sin dar más detalles.


“Puede ejercer sus actividades normalmente, todo está perfecto desde el punto de vista cognitivo, puede trabajar”, agregó el doctor Kalil.

Aunque los médicos se muestran satisfechos con su recuperación, este nuevo problema de salud, después de un cáncer de laringe en 2011 y de una operación de cadera en 2023, arroja dudas sobre la capacidad de Lula para aspirar a un nuevo mandato en las elecciones de 2026.

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