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Senna vs. Prost, una batalla deportiva al límite y la dura premonición del francés: “Ayrton es un peligro, cree que no se puede matar porque cree en Dios” – DIARIO DIGITAL MORENO MEDIOS

Senna vs. Prost, una batalla deportiva al límite y la dura premonición del francés: “Ayrton es un peligro, cree que no se puede matar porque cree en Dios”

La historia de la Fórmula 1 está marcada por grandes rivalidades. La de Juan Manuel Fangio y Alberto Ascani en la década del ’50; la de Nikki Lauda y James Hunt en los ’70; la de Lewis Hamilton y Nico Rosberg mientras eran compañeros en Mercedes entre 2013 y 2016; y la de heptacampeón inglés y el neerlandés Max Verstappen, antes de que comenzara el dominio del de Red Bull hace cuatro años. Ninguna le puso tanto condimento, emoción ni tensión al Gran Circo como la de Ayrton Senna y Alain Prost, que tuvo varios episodios picantes entre fines de los ’80 y principios de los ’90 y que tiene fecha y lugar claro de nacimiento: el 23 de abril de 1989 en ese mítico circuito de Imola, en el que el ídolo brasileño falleció hace treinta años.

Senna y Prost compartieron el box de McLaren durante dos temporadas, 1988 y 1989, y al principio tenían una buena relación. Es más, el sudamericano llegó a la escudería recomendado por el francés, que ya corría para los británicos desde 1984. “Tenés que elegir a Ayrton, es el piloto con más talento”, le dijo Alain a su jefe de equipo Ron Dennis, cuando estaba buscando un reemplazante para Stefan Johansson y pensaba firmar a Nelson Piquet, campeón en 1987.

Ni siquiera hubo roces por la consagración de Senna en aquel primer campeonato con McLaren (el primero de sus tres títulos), por delante de un Prost que quedó segundo por el sistema de descartes en el que solo se tomaban los mejores 11 resultados de las 16 carreras disputadas. Ni por el evidente favoritismo por el brasileño de Honda, por entonces proveedor de motores del equipo con sede en Surrey, que llegó a preocupar al francés.

“No era un problema que él hubiera ganado; yo ya lo había hecho dos veces antes. Lo que me preocupaba era Honda“, aseguró Prost cuando ya habían pasado algunos años de la muerte de su ex compañero.

“Antes de la temporada 1989 estuve en una comida en un club de golf en Ginebra con el entonces presidente de Honda, Kawamoto. Y admitió que estaba en lo cierto al creer que Honda estaba más por Ayrton que por mí. Pensé: ‘Al menos no soy estúpido, realmente estaba pasando algo’“, reveló el tetracampeón.

Igual, no había tensión entre los dos pilotos de McLaren. Hasta el Gran Premio de San Marino de 1989, en el que los dos tenían un acuerdo tácito que para el francés se rompió y para el brasileño no.

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Tras el accidente de Gerhard Berger la carrera se relanzó y el brasileño hizo una maniobra polémica frente al francés.

Los McLaren era favoritos para la carrera de la segunda cita de esa temporada en Imola, después de haberse quedado con el 1-2 en la clasificación. Y antes de la largada, Senna le propuso a Prost que quien llegara primero a la horquilla Tosa, aseguraría la posición sin ser atacado por el otro.

Así fue: el brasileño, que había hecho la pole, mantuvo el lugar y el francés quedó relegado al segundo puesto. Pero en la cuarta vuelta, un grave accidente de entre Ricardo Patrese y Gerhard Berger, que provocó un importante incendio en la pista por la nafta derramada, forzó una neutralización. Y el relanzamiento, con los McLaren al frente del pelotón, marcó el quiebre en la relación entre ambos.

Porque cuando volvió la velocidad, fue Prost el que ganó la posición y llegó adelante a Tosa, pero Senna lo terminó adelantando por la izquierda, recuperó el liderazgo y ganó la carrera. “Había mucho espacio y pensé que todo estaba bien. Tomé la trayectoria habitual para hacer una mejor salida de la curva… y me adelantó”, dijo el francés en ese momento.

“Él argumentaba que eso ya no era la salida por lo que el acuerdo inicial ya no era aplicable. Como decía, él tenía sus propias reglas, y a veces éstas eran muy… bueno, digamos extrañas. Había sido una idea inicial de Ayrton y yo no había puesto ninguna objeción. Pero después de esto, dije que ya se había acabado. Continuaría trabajando con él, en lo referente a aspectos técnicos. Pero en lo que hacía a nuestra relación personal, hasta ahí había llegado. Y el ambiente en el equipo, obviamente empeoró mucho”, reveló un tiempo después.

Los cruces entre ambos fueron cada vez más frecuentes, pese a los intentos de Dennis de calmar las aguas y convencerlos de que “nadie es más grande que el equipo”. Y en la penúltima fecha del calendario, el 22 de octubre en el GP de Japón, alcanzaron a un punto crítico.

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El brasileño ganó la carrera pero fue descalificado por la FIA.

Prost llegó como líder a Suzuka y le bastaba con terminar adelante de su compañero para asegurar la corona. Senna tenía que ganar para darle suspenso a la definición y viaja a Australia para el último GP del año, con chances de gritar campeón. Pero el francés, cansado de esa predilección de Honda con su compañero, no pensaba cederle ni un metro en pista y eso provocó el toque que los dejó afuera a los dos.

Fue en la vuelta 46, cuando el brasileño se lanzó para superar al francés con una maniobra por la parte interna de la chicana. Las ruedas delanteras de su coche ya estaban a la altura de la cabina de Prost, que entonces giró a la derecha y terminó chocándolo.

El europeo se bajó del choque y no volvió a pista, pero el sudamericano regresó a la competencia y tras pasar por boxes para reparar el alerón roto, superó a Alessandro Nannini y cruzó primero la meta. Sin embargo, la FIA, entonces presidida por Jean-Marie Balestre, lo sancionó por haberse salteado la chicana al volver por la vía de escape tras el incidente y lo multó con 100 mil dólares y una suspensión deportiva de seis meses.

Prost, que se benefició de la sanción y se coronó campeón, afirmó: “Sé que todo el mundo cree que lo hice a propósito. No quería acabar así, había ido adelante desde la salida y quería ganarla”. Y Senna se quejó de la “manipulación del campeonato” e inició una batalla con Balestre, con quien estuvo enfrentado durante toda su carrera.

El francés dejó McLaren tras esa temporada y se mudó a Ferrari. “Nunca había tenido ningún problema con nadie en McLaren, pero 1989 fue diferente. Mi contrato vencía a final del año, pero el de Ayrton no. Ron sabía que el futuro de su equipo estaba con Honda, y por tanto, con Senna. Por eso, en julio le avisé que me iba a fin de año”, comentó.

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Aquella fue la última carrera del francés en Ferrari, que lo echó luego de que comparar el auto con un camión.

De aquel cruce, quedó una frase de Prost que, 35 años después, sigue retumbando: “Ayrton cree que no se puede matar, porque cree en Dios, y eso es un peligro”. “No soy inmortal, claro que corro peligro”, respondió el brasilero.

Con colores distintos, la rivalidad entre Senna y Prost se profundizó y en 1990 en Japón volvieron a protagonizar un incidente similar al del año anterior, aunque con los roles cambiados: en esa ocasión, si el francés no ganaba, el brasileño se coronaba campeón.

En esa ocasión no hubo que esperar hasta el cierre de la carrera. A los 10 segundos de la largada, en la primera curva del circuito, Prost tomó la delantera pero el brasileño llegó con la cuerda, ninguno cedió su posición y terminaron los dos afuera. “Lo que hizo fue asqueroso”, afirmó el galo, denunciando lo que para él y para muchos había sido un choque deliberado de su ex compañero, que se benefició del doble abandono y se garantizó el título.

El enfrentamiento entre Senna y Prost fue tan grande que el galo llegó a ser considerado “enemigo” en Brasil y hasta tuvo que se escoltado un año por la policía para llegar al circuito de Interlagos. Y continuó hasta el retiro del francés en 1993.

Ese año, Prost conquistó su cuarta corona en la F1 -corriendo para Williams, la aseguró en Portugal, a falta de dos fechas para el final- y le bajó el telón a su carrera en la categoría reina con un segundo lugar en Australia. Senna, que ganó ese último GP, subió a Alain al escalón más alto para darle un abrazo, como avisando que estaba dispuesto a enterrar las diferencia y entablar una amistad.

Comenzaron a construir esa nueva relación: con Prost fuera de una butaca pero involucrado en la Fórmula 1, hablaban por teléfono frecuentemente, habitualmente de temas de seguridad, algo que a Senna le preocupaba mucho. Sobre eso conversaron, justamente, el domingo 1° de mayo de 1994 en Imola, horas antes de que el brasileño sufriera el accidente que le costó la vida. Cuatro días después, el francés estuvo en el multitudinario funeral de su viejo rival y compañero en San Pablo.

Prost (Williams) y Senna (McLaren), junto a Schumacher, en un podio en 1993, año en el que se retiró el francés y terminó la guerra entre ambos. Foto

“Mi rivalidad con Ayrton es una de esas cosas que no se pueden explicar completamente y dejó huella en el deporte. Era una batalla humana entre dos pilotos de carisma, cultura y educación distintas. Fue increíble. Nuestra historia está completamente ligada. No hay un momento en el que, si hablas de Prost, no se mencione a Senna y viceversa. No sólo mi carrera sino también mi vida están ligadas a él. Vivo con ello desde hace una treintena de años”, reflexionó el francés con una entrevista con la agencia AFP hace cinco años.

Y agregó: “Cuando corríamos el uno contra el otro, había, a grosso modo, un 50 por ciento de gente que te adoraba y un 50 por ciento que te odiaba. Era realmente increíble. Luego de mi retiro en 1993, ya fue diferente. Eso cambió por completo la relación. Y creo que si no él no tenía el accidente, no hubiera sido imposible que con el tiempo llegáramos a ser amigos”.

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