“Tierra de nadie”: ladrones en bicicleta y un blanco especial en la mira en Retiro

"Tierra de nadie": ladrones en bicicleta y un blanco especial en la mira en Retiro

“Guardá bien tus cosas”, es la frase que se repite entre los vendedores de las estaciones de Retiro. Un punto obligado para miles de usuarios de transporte público, también para los pasajeros de larga distancia, cómo lo era André René Mateir, el turista francés que luego de ser asaltado murió en la Comisaría tras sufrir una descompensación. “¿Qué cosas no pasan acá? Te roban en bici, te punguean, roban cables, roban celulares. Es tierra de nadie”, logra sintetizar Micaela Diaz, una quiosquera de la estación.

Gritos de auxilio, corridas de los que quieren alcanzar al ladrón, que en un acto de distracción se llevó su celular, gente que intenta avisar a la Policía y un pedido que jamás es respondido. Así es el clima en una de las zonas más transitadas de la Ciudad. “Yo me quedé enojada con los policías porque tres veces me quisieron robar, grité y nadie vino a socorrer. Están de adorno, tomando mate”, dice con enojo Victoria, una comerciante de una regaleria de la Terminal de Retiro.

“Cuida tus cosas, no te distraigas de tus pertenencias, porque hay muchos pungas. Hasta acá adentro te pueden robar, no es necesario que salgas. Roban mucho a los turistas y gente grande”, advierte a Clarín.

Natalia Ramirez, su compañera, arranca desde temprano a trabajar. Para ella, las madrugadas son “extremadamente desoladoras”. “Cuando llego trato de cuidar mis cosas, porque es el doble de inseguro. Cada vez que veo una bici me asusto, porque ahora pasan así y en banda. Te manotean cualquier cosa que tengas a la visita, más los celulares”, expresa.

La Policía presente puede contarse con los dedos de la mano: dos policías federales cuidan cada una de las inmensas estaciones de Retiro. En cuanto a los de la Ciudad, unos pocos agentes de tránsito y dos efectivos en la parte exterior de la terminal.

Policías en la zona donde asaltaron al turista francés. Los comerciantes dicen que la seguridad escasea. Foto: Luciano ThiebergerPolicías en la zona donde asaltaron al turista francés. Los comerciantes dicen que la seguridad escasea. Foto: Luciano Thieberger

Hace menos de un año, los manteros habían dominado los entornos de las estaciones y tenían una expansión sin orden a la vista. Hoy el escenario es distinto, donde estaban los feriantes ahora es un despliegue de colchones y cartones en el piso donde descansan las personas en situación de calle. La escena también se repite en las plazas aledañas.

La noche

Al caer el sol, lo que reina es la desolación. La mayoría de los policías brillan por su ausencia en las veredas y se ve “uno que otro en las estaciones o en la terminal”. Según los comerciantes, esperar el colectivo en la avenida Ramos Mejía y avenida Libertador es exponerse a pedidos de dinero en el mejor de los casos y robos en el peor.

“En esa zona de Ramos Mejía y Libertador te roban sin piedad, porque la Policía no hace relevamientos. Y los domingos tanto de día como de noche esto es una hazaña”, dice un canillita que está a las afueras del Ferrocarril San Martín.

“Hace menos de una semana, rompieron el cajero que está a 20 metros. Después de las 21 pasas por acá y tenes que ver la fila de de personas en situación de calle que hay. Algunos piden comida y plata, de buena fe, otros cuando te preguntan no pasan ni dos segundos que te roban”, manifiesta el hombre.

Muchos comerciantes de la zona dijeron a este diario que además de los continuos robos, por la noche y la madrugada algunas entradas de las estaciones carecen de luz. “Está todo oscuro. No hay policías cuidando, tampoco es tan difícil cuidar”, señala el diariero.

Los comerciantes de la zona se quejan por la falta de seguridad. Foto: Luciano ThiebergerLos comerciantes de la zona se quejan por la falta de seguridad. Foto: Luciano Thieberger

Al costado del paseo de compras, las paredes del predio están completamente negras. Dos chicos hacen una fogata sobre las antiguas vías del tren. Uno de ellos, con una rama de árbol, intenta revolver, lo que se puede ver a lo lejos, muchos cables. Mientras revuelve agarra uno y lo examina detenidamente. “Recorré los negocios y vas a ver que más de uno no tiene internet porque les roban los cables para sacarle el cobre”, dice el canillita a Clarín.

Micaela Diaz, pasa de martes a domingos por Retiro para ir a trabajar. “La diferencia de seguridad con los fines de semana es abismal. Afuera de la estación no hay ningún policía”, explica.

Los vendedores y los transeúntes ya toman como cotidiano los continuos robos, algunos hasta se resignan a hacer la denuncia, porque entre las fuerzas “se pasan la pelota”. “Ya no hacemos nada, se pelean entre ellos para saber quien toma la denuncia. Mientras no nos cuidan, esto es tierra de nadie”, concluye.

Qué dice la Policía

Clarín consultó a la Policía de la Ciudad sobre la cantidad de efectivos que están destinados a la zona de la terminal de Retiro. Fuentes de esa fuerza respondieron que "no es una cuestión de cantidad. Hay personal a pie, en moto, en bicicleta y patrullaje continuo".

Agregaron que "el despliegue territorial de la Policía de la Ciudad cuenta con aproximadamente 19.500 policías que las 24 horas los 7 días de la semana recorren las calles de la Ciudad. El despliegue a pie, en moto, en móviles o en bicicleta depende la zona. La cantidad y modalidad siempre depende de horarios y los días. Es dinámico".

PS

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