Un anuncio del gobierno chino sobre importaciones de carne pone en alerta a Brasil y a la Argentina

El gobierno chino investigará las importaciones de carne vacuna de todos los orígenes con el propósito de aplicar medidas de salvaguarda a la producción local. Esta decisión fue solicitada por representantes de la industria frigorífica china con el argumento de que el exceso de oferta provoca una caída de precios. La noticia encendió las alarmas en Brasil y en la Argentina, dos de los principales proveedores de este producto para el gigante asiático.

Según informó el Ministerio de Comercio de China, la investigación se centrará en las importaciones de carne vacuna realizadas entre el 1° de enero de 2019 y el 30 de junio de 2024. Se espera que el proceso dure ocho meses, aunque podría extenderse si se presentan circunstancias especiales. No obstante, aclararon que durante este período, el comercio de carne no se verá afectado. Además se mantendría vigente la tarifa del 12% “ad valorem” que el gigante asiático aplica a las importaciones de carne bovina.

De acuerdo con la agencia AFP, que cita un comunicado del gobierno chino, la solicitud de las asociaciones nacionales mencionó que el fuerte incremento de las importaciones de carne vacuna en los últimos años “tuvo un impacto negativo significativo en la industria nacional”. Las importaciones de carne en 2023 fueron un 65% superiores a las de 2019, según los productores citados en el comunicado. La investigación entra en vigor desde este hoy y “podría extenderse adecuadamente bajo circunstancias especiales”, señaló el anuncio.

Ante esta situación, el gobierno argentino expresó su inquietud. La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, junto con el Ministerio de Economía, expresó que está “siguiendo con máxima atención y analizando los detalles” de la investigación sobre las importaciones de carne bovina. En una declaración, señaló que están “en comunicación con los representantes del sector privado” para coordinar acciones que puedan mitigar cualquier impacto negativo sobre las exportaciones argentinas, que dependen en gran medida del mercado chino.

Una persona elige carne en un supermercado de Beijing.

La Argentina es uno de los principales proveedores de carne bovina para China, junto con Brasil y Australia. De acuerdo al último informe del Instituto de la Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) en los primeros once meses del año, el 74% de las exportaciones argentinas de este producto se destinaron a ese país, lo que generó ingresos por unos 1400 millones de dólares. Sin embargo, como se mencionó, los precios vienen en una tendencia a la baja. Por ejemplo, el precio promedio de la carne sin hueso vendida a China en noviembre de 2024 fue de alrededor de US$3530 por tonelada, lo que está marcando un claro sendero a la baja desde el máximo de US$5900 obtenido en mayo de 2022.

Por su parte, el gobierno de Brasil, el principal exportador mundial de carne bovina, también se pronunció sobre el tema. A través de un comunicado, indicó que “toma nota” de la investigación iniciada por China. El Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país aseguró que en los próximos meses se demostrará que “la carne brasileña exportada a China no perjudica en modo alguno a la industria china, siendo, por el contrario, un factor importante para complementar la producción local china”.

El gobierno brasileño agregó que “China es el principal destino de las exportaciones brasileñas de carne bovina, consolidándose en los últimos años como el mayor socio comercial de Brasil en proteínas animales. En 2024, las exportaciones brasileñas de carne bovina hacia China superaron el millón de toneladas, lo que representa un aumento del 12,7% en comparación con el mismo período de 2023″. Además, destacó que durante los próximos meses, y siguiendo el curso y los plazos legales de la investigación, “el gobierno brasileño, en conjunto con el sector exportador, buscará demostrar que la carne bovina brasileña exportada a China no causa ningún tipo de perjuicio a la industria china, siendo, por el contrario, un factor importante de complementariedad de la producción local china”.

Finalmente, el gobierno brasileño reafirmó su compromiso de “defender los intereses del agronegocio brasileño, respetando las decisiones soberanas de nuestro principal socio comercial, siempre buscando un diálogo constructivo en busca de soluciones mutuamente beneficiosas”.

En este marco, el abogado Augusto Vechio, del estudio Beccar Varela, opinó sobre las posibles estrategias para enfrentar la investigación: “Es fundamental presentar una defensa que tenga por objeto demostrar a las autoridades chinas que las exportaciones argentinas no causan daño grave ni amenaza de daño grave a la rama de la producción china; o bien que no existe nexo causal entre las exportaciones del producto investigado y el presunto daño grave o amenaza de daño grave alegado por los peticionantes chinos”.

LA NACION

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