Una exmodelo acusó al expresidente de Estados Unidos Donald Trump de haberla “manoseado” durante un episodio ocurrido hace 31 años en la Torre Trump, donde había llegado acompañada del fallecido abusador sexual Jeffrey Epstein.
La mujer, Stacey Williams, aseguró que conoció al por entonces promotor inmobiliario neoyorquino en 1992 durante una fiesta de Navidad, en tiempos en que había iniciado una relación con el magnate financiero que se suicidó en 2009, luego de ser condenado por delitos sexuales.
“Él y Donald eran muy, muy buenos amigos y pasaban mucho tiempo juntos”, dijo Williams, según consigna el diario The Guardian.
En ese contexto, relató que el presunto manoseo por parte de quien años más tarde sería mandatario presidencial ocurrió meses después, en una ocasión en que Epstein la invitó a visitar a Trump. De acuerdo al relato de la exmodelo, momentos después de su llegada, Trump la saludó, la atrajo hacia él y comenzó a manosearla. En la descripción, mencionó que “puso sus manos en el pecho, en la cintura y en las nalgas”.
Ante la difusión del caso, la secretaria de prensa de la campaña de Donald Trump, Karoline Leavitt, emitió un comunicado en el que negó las acusaciones “hechas por un ex activista de Barack Obama”. Es obvio que esta historia falsa fue inventada por la campaña de [Kamala] Harris”, sostuvo.
La denunciante dijo también que en 1993 Trump le había enviado una postal de la vista aérea de Mar-a-Lago, su residencia y resort en Palm Beach. Detrás de la imagen escribió: “Stacey, tu hogar lejos del hogar. Con amor, Donald”.
Si bien Williams, que tiene 56 años y es de Pensilvania, ya había compartido partes de su acusación en las redes sociales, fue este lunes cuando reveló los detalles sobre el supuesto encuentro. Lo hizo en una llamada organizada por un grupo llamado “Survivors for Kamala”, que apoya a la candidata presidencial demócrata.
Luego de que se conociera la denuncia, el grupo en cuestión también sacó un anuncio en el diario New York Times esta semana, firmado por 200 sobrevivientes de violencia sexual y de género, que pretendía servir como recordatorio de que Trump ha sido declarado responsable de abuso sexual en un tribunal.
Después del presunto incidente, Williams aseguró que ella y Epstein abandonaron el edificio, pero que sintió que su pareja se había enojado con ella. “Jeffrey y yo nos fuimos y él no me miró ni me habló y sentí una rabia hirviente a mi alrededor, y cuando llegamos a la acera, me miró y me reprendió, y me dijo: ¿por qué hiciste eso?”, indicó en la llamada de Zoom y definió lo sucedido como parte de un “juego retorcido”.
“Sentí vergüenza y asco y, mientras cada uno tomaba su camino, sentí que lo estaba reviviendo, mientras las manos me cubrían por todas partes. Sentí un nudo horrible en el estómago, que de alguna manera estaba orquestado, me sentí como un trozo de carne”, dijo en una entrevista con The Guardian.
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