Villarruel busca bajar la tensión con Milei y espera el momento justo para redoblar la apuesta

Mientras trataba de salir del estado de sorpresa que le provocó la declaración de Javier Milei terminando de marginarla del Gobierno, Victoria Villarruel decidió no salir a responderle al Presidente y optó por “poner paños” fríos a la interna del oficialismo.

La vicepresidenta estuvo reunida durante toda la jornada con su equipo evaluando los dichos del jefe de Estado, quien en una entrevista televisiva confirmó que su compañera de fórmula “no tiene ningún tipo de injerencia en la toma de decisiones” del Ejecutivo y la vinculó a la denominada casta.

Fuentes legislativas confirmaron que Villarruel no tuvo contacto con el Presidente después del fuerte cortocircuito que pone en peligro su control del Senado, donde el kirchnerismo podría aprovechar su momento de debilidad para ir por un cargo de poder político en la Cámara alta.

Tampoco tuvo contacto con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien trató de bajarle el tono a las declaraciones de Milei al advertir que “cuando el Presidente dice que está cerca de la casta se refiere a que trabaja con los senadores”.

Incluso, Francos también hizo su interpretación sobre los dichos del jefe de los libertarios respecto de la ausencia de Villarruel a las reuniones de Gabinete al explicar que la vice ejecuta “tareas diferentes”. Fuentes legislativas indicaron que las ausencias de vicepresidenta a las reuniones con los ministros tienen que ver más con “la dinámica de la gestión”.

Justamente, en medio de esta controversia se publicó este jueves el decreto que convoca a sesión informativa en el Senado para el próximo miércoles con el fin de que el jefe de Gabinete dé su informe de gestión. La visita de Francos se da en un momento de extrema tensión en el Congreso no sólo por la decisión de poner en el freezer la discusión por el presupuesto -gesto que provocó un fuerte malestar entre los gobernadores- sino también por la intención de la oposición de rechazar el DNU 846, que habilita al ministro de Economía, Luis Caputo a renegociar la deuda.

Tal como informó Clarín, las declaraciones de Milei contra Villarruel sorprendieron a la vice. “No entendemos por qué dijo eso”, reconoció un dirigente cercano a la vice ante la consulta de este diario. Está claro que la decisión del Presidente de profundizar la interna no estaba en el radar de la jefa del Senado, menos en esta instancia en la que pudo mantener cerrado el recinto frente a todo intento de la oposición.

Incluso, el día anterior a las declaraciones de Milei había posteado en su cuenta de X una foto del momento en que ganaron las elecciones presidenciales. “Hace un año los argentinos depositaban sus esperanzas eligiendo con su voto la fórmula Milei-Villarruel para gobernar Argentina hasta el 2027”, dice el mensaje que acompaña la foto, recordando también la tarea que desempeñaron como diputados.

Pero está claro que la interna entre el Presidente y su vice no tiene tregua, y la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, ya venía expresando su malestar con Villarruel a través de las opiniones de la diputada Lilia Lemoine, una de las más críticas de la jefa del Senado.

En ese ámbito no dudaron en advertir que “las actitudes de Victoria fueron cada vez más repulsivas” y tal como viene diciendo la relación entre Milei y Villarruel es “laboral, protocolar” por lo que le recomendaron a la vice que “se dedique a presidir el Senado”.

Villarruel quiere ponerle “paños fríos” a la interna con Milei

En medio de la crisis, Villarruel no sólo evitó responder a las críticas, por lo menos por ahora, y decidió poner “paños fríos”. Pero será clave la posición que asuma cuando la semana próxima, el kirchnerismo busque juntar las voluntades para rechazar el DNU 846, que le permite al Gobierno el canje de la deuda sin tener que pasar por el Congreso.

Desde el entorno de la vice aseguraron que Villarruel “está bien, tranquila”, pero también se especula que evaluará el momento para responder a la interna del Gobierno, no sólo por su asistencia a la reunión de Gabinete sino también por su vínculo con el círculo rojo.

En este contexto, la vicepresidenta está en una situación compleja porque ante un gesto de debilidad podría perder el control de áreas claves como las secretarías Parlamentaria y Administrativa a partir de alguna maniobra que se dispare desde la Casa Rosada. A eso se agregan las amenazas por desplazar a Bartolomé Abdala de la presidencia provisional del Senado.

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