Villarruel resiste y desde el Senado advierten que las diferencias con Milei “siempre estuvieron expuestas”

Victoria Villarruel dejó en claro que va a resistir desde el Senado luego de que Javier Milei calentara la interna libertaria al acusarla de ser parte de la “casta” política al tiempo que le cerró la puerta de acceso a la Casa Rosada. Sin embargo, la vicepresidenta ratificó que esperará el momento ideal para pasar al siguiente casillero aunque seguramente será más cautelosa de lo que fue desde aquella entrevista en la que comparó al Presidente con “un jamoncito” que quedó entre ella y Karina Milei, la secretaria general de la Presidencia.

En el villarruelismo aún no pueden entender el contexto de la ofensiva del Presidente, ya que a los resultados económicos se sumaron definiciones favorables en el Congreso. El Senado, una de las cámaras más sensibles para el Gobierno por su condición de minoría, mantiene cerrada la puerta del recinto desde hace dos meses y se esperaba que vuelva a la actividad con el presupuesto 2025, que no avanzó en Diputados por la falta de acuerdo con los gobernadores.

Un importante operador del oficialismo en el Senado evaluó que era el momento de avanzar contra Villarruel porque justamente los datos económicos “confirman la fortaleza de Milei” y con una inflación en baja y el dólar controlado se garantizaba que la interna “no tendría impacto” en la economía. Pero también es cierto que al avivar el enfrentamiento entre el Presidente y su vice, el Gobierno tapó los ecos de las visitas de Emmanuel Macron y de Giorgia Meloni como el encuentro con Donald Trump en Mar-a-Lago. Al menos esa es una lectura que hicieron en el Congreso.

Desde el villarruelismo insistieron en que “siempre” expusieron sus diferencias con el Gobierno, pero advirtieron que esas “fueron mínimas”. En este sentido, señalaron que “la búsqueda de excusas nunca fue de la vicepresidenta” y advirtieron que el cortocircuito “perjudica la imagen institucional”.

Por ahora, en el entorno de Villarruel descartan que la interna pueda afectar su función como titular del Senado aunque en el entorno del oficialismo y los aliados evaluaron que puede derivar en cambios en la Cámara alta, porque si la tensión escala, desde la Casa Rosada van a querer controlar las secretarías parlamentaria y administrativa, que controlan la agenda.

Villarruel no recibió ningún llamado de Milei

El diálogo de Villarruel con la Casa Rosada está roto. Desde que estalló la crisis no hubo un llamado ni de Milei, ni del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien deberá ir al Senado el miércoles para dar su segundo informe de gestión desde que asumió el  cargo.

Además, salvo Francisco Paoltroni, el senador que fue desplazado del bloque de La Libertad Avanza, no hubo mensajes de apoyo a la vicepresidenta ni del oficialismo, ni de la oposición, que se hicieran públicos. Sin embargo, Villarruel recibió varios llamados en las últimas horas transmitiendo un poco “la sorpresa” que causó la declaración de Milei asociando a su vice con la denominada casta y asegurando que no tiene injerencia en el Gobierno.

Pero las declaraciones del Presidente contra Villarruel se dieron en un momento de extrema tensión entre la Casa Rosada y los gobernadores tras la decisión de Milei de cerrar por este año la discusión por el presupuesto 2025. El Gobierno insiste en que no está dispuesto a negociar la condición de mantener el equilibrio fiscal y las provincias piden desde la coparticipación del 1,6 % que se destinaba a las operaciones de la disuelta AFIP hasta la regularización de las deudas con las cajas previsionales que no fueron transferidas a la ANSeS.

Esta indefinición puede colocar a la administración libertaria en una situación compleja si los gobernadores bajan la orden de rechazar el DNU 846, que habilita el canje de deuda sin tener que pasar por el Congreso. Incluso ya hay una sesión convocada en Diputados para la próxima semana.

Según pudo averiguar este diario, Villarruel ya había anticipado a la Casa Rosada la posibilidad de que el kirchnerismo fuerce una sesión en la última semana del período ordinario para rechazar el decreto presidencial. La vice cuenta con el apoyo de los aliados, quienes advirtieron que el debate sólo puede ser convocado por la titular del cuerpo rechazando la visión del peronismo de que puede juntar 37 senadores en el recinto y pedir que se abra el debate. En el villarruelismo descartan que este hecho sea uno de los desencadenantes de la ofensiva de Milei contra su vice haciéndola responsable de una posible derrota.

Es cierto que hasta aquí, salvo el rechazo al DNU 70/23 de apertura de la economía que se dio en una zona gris por presión de los K y un sector de los dialoguistas, el Senado como también Diputados vienen dejando con saldo favorable para el Gobierno, si se tiene en cuenta que entre ambas cámaras tienen menos de 50 legisladores y el resto son aliados que pueden dar un giro en alguna votación como se dio con los representantes de Tucumán que responden al gobernador Osvaldo Jaldo, que no bajaron al recinto cuando se trató Ficha Limpia.

Pero la interna entre Villarruel y Milei tiene pirotecnía de fondo porque a la diputada Lilia Lemoine, quien se convirtió en una suerte de portavoz de Karina Milei en la pelea con la vice, se sumó también la cordobesa María Celeste Ponce, quien a través de las redes sociales le reprochó el haber usado “la popularidad del mejor presidente del mundo” para su propia campaña, “obstaculizando sus políticas en el Senado, aliándose con sus enemigos y soltándole la mano al Gobierno en los momentos más oscuros”.

Más allá de la ofensiva del Gobierno contra Villarruel, al Senado le quedan pendientes de resolución los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla propuestos para la Corte, el tratamiento de más de un centenar de pliegos judiciales y el ascenso de militares.

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