RIO DE JANEIRO (ANSA).- El excandidato a alcalde de San Pablo, Pablo Marcal, anunció su postulación a la presidencia de Brasil en 2026 con el Partido Renovador Laborista Brasileño (PRTB): ”Me postularé a la presidencia con el PRTB en 2026. El espíritu empresarial es la clave para liberar a nuestro pueblo y promover el desarrollo económico”, afirmó en un breve comunicado de prensa el conocido influencer “anti-establishment” de extrema derecha.
Marcal ya está negociando una alianza con el cantante country Gusttavo Lima, quien la semana pasada anunció su deseo de postularse a la presidencia: ”Llamé a Gusttavo Lima y él realmente decidió servir a nuestro pueblo. En los próximos días viviremos el peor momento económico de nuestra historia y, posteriormente, llegará una nueva generación de políticos”. “Bienvenido, Gusttavo!”, afirmó el servicio de prensa del empresario en una nota enviada al portal Metropoles.
Derrotado en la primera vuelta de las elecciones municipales de San Pablo, Marcal fue denunciado por promover ilegalmente campañas de desprestigio en las redes sociales contra sus oponentes. Acciones que le costaron la suspensión de sus perfiles sociales en varias ocasiones. Si es condenado en un proceso derivado de sus actos, el influencer podría ser declarado inelegible. La candidatura de Marcal y Lima sería muy mal vista por el expresidente Jair Bolsonaro, que teme una fractura en el electorado de derecha.
El influencer, con más de 12.8 millones de seguidores en Instagram, es hijo de una empleada doméstica y un empleado público. Comenzó su carrera profesional como técnico de sonido en una iglesia en Goiana, región central de Brasil, y a los 20 años consiguió trabajo en un call center hasta convertirse en gerente de la empresa.
Empezó a invertir en el mercado inmobiliario hasta que comenzó a dictar cursos de emprendedurismo con una técnica propia llamada IP: “Un entrenamiento emocional basado en programación neurolingüística enfocado en desbloqueos cerebrales”, tal como indica su sitio web.
El empresario fue condenado en 2010 a cuatro años y cinco meses de prisión por robo calificado, culpable de haber formado parte de un grupo que invadía cuentas bancarias para desviar dinero cinco años antes. No fue encarcelado ya que la pena prescribió.
En 2022, se postuló como candidato para diputado federal y consiguió 243.000 votos, pero su candidatura fue revocada por la corte electoral debido a irregularidades.
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