Luego de que la ministra de Capital Humano Sandra Pettovello se negara a recibir uno por uno a los 10 mil manifestantes motorizados por la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) que hicieron 25 cuadras de cola para pedir por alimentos, el Gobierno habilitó líneas telefónicas y correos electrónicos para canalizar los reclamos a su Cartera.
“Quien necesite ayuda alimentaria puede comunicarse con los canales oficiales (alimentos@capitalhumano.gob.ar) y hay un 0800-222-3294, opción 1. El objetivo es que el alimento llegue a quien lo necesita y no haya en el medio gente que pueda hacer un negocio con los pobres. A nadie le va a faltar el alimento”, garantizó el vocero presidencial Manuel Adorni en conferencia de prensa.
En rigor, como aclararon desde el ministerio de Pettovello, se trata de asistencia para los representantes de los comedores a los que les piden detalles como personería jurídica y si dependen de alguna organización social.
“Todos los comedores comunitarios que han sido inscriptos y auditados para brindar asistencia alimentaria, están recibiendo transferencias por parte del Estado nacional para la compra de alimentos”, aseguran en el Ejecutivo.
Después de que el Gobierno pisara el pago del Potenciar Trabajo y de la Tarjeta Alimentar, desembolsó el lunes $ 243.000 millones a los dos programas que dependen de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia que dirige Pablo de la Torre.
En el Ejecutivo señalan que los montos que recibe cada comedor depende de la cantidad de gente que asiste y que cada establecimiento deberá presentar un listado con DNI. El secretario general de la UTEP, Alejandro Gramajo, del Movimiento Evita, advirtió queen los últimes meses aumentó un 60 por ciento la afluencia a los comedores.
Sin intermediarios
En el Gobierno destacan que no quieren intermediarios, en alusión a las organizaciones sociales a quienes denominan como “los gerentes de la pobreza”. “Tratamos de evitar compras directas y compras directas y el objetivo es que la comida le llega a la que necesita y que no haya gente que haga un derecho y los pobres. Queremos que los quienes reciban ayuda sean los que estén en regla. A nadie le va a faltar un alimento”, expuso el vocero presidencial.
El Ejecutivo, en tanto, firmó este lunes un convenio de asistencia alimentaria con la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la Argentina (ACIERA) por lo que el Estado invertirá $177.500.000 para la compra de módulos alimentarios para asistir a 36.150 personas en 723 puntos de entrega.
La Conferencia Episcopal que preside Oscar Ojea, un hombre del Papa, emitió un documento el lunes en el que sostuvo que la política alimentaria "no puede ser una variable de ajuste". Nadie del Gobierno se comunicó con la CEA, que administra a través de parroquias y organizaciones como Cáritas comedores populares.
Mientras en el Gobierno rechazan que hayan habido faltantes de alimentos, a días de la audiencia entre el presidente Javier Milei y el Papa, fuentes eclesiásticas ratifican que hubo una merma en los envíos de recursos a los comedores populares desde noviembre que se potenció desde diciembre y en enero, un mes particularmente sensible porque no funcionan los comedores escolares de las escuelas. “Quieren tener innovaciones y se acompaña que haya mejoras, pero creemos que se tiene que dar con los alimentos en los comedores, porque cada vez se está acercando más gente de clase media y jubilados”, explicó una fuente de la Iglesia consustanciada con la problemática.
Desde la Iglesia alertan por el inminente comienzo de clases y la provisión a los comedores populares. Señalan que la falta de partidas y alimentos también se siente en los establecimientos que reciben recursos de la provincia de Buenos Aires.
En la Conferencia Episcopal, que mantiene lazos aceitados con las organizaciones sociales de la UTEP y reconocen el trabajo de las iglesias evangélicas en materia social, ven con preocupación los reparos del Gobierno para sumar a una mesa a los referentes sociales que se referencian en el peronismo.
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